Mujeres Habitadas que me inspiran

Mi madre, Maribel

 

Lo admito. Voy lenta. Sólo ahora, a mis 45 años, me siento capaz de escribir un post sobre mi madre.

 

Y es que me veo y lo veo... ¡cuánto mueven las madres! No importa cómo sea ella, el caso es que todo lo que me dijera me molestaba. Tiene ese don especial. Pero hace tiempo entendí que la madre es la conexión con la vida, y para mí es fundamental llevarme bien con ambas. La madre, y la vida.

 

La semana pasada fui con mi hijo a verla. Algo ha debido cambiar en mí porque siento que... ¡¡tengo una madre maravillosa!! Sólo puedo darle gracias a la Vida por ello. Y este post es mi manera de agradecerle, así públicamente. :)

 

Te cuento: Mi madre es una mujer muy especial. Y no porque yo lo diga. Es que es una auténtica diva, y eso, como hija, no siempre me ha resultado fácil. Los momentos de intimidad escasean, y la escucha profunda también, así como el cuidado de mamá del estilo "vente a comer los domingos y te llevas unos tuppers a casa", o que esté pendiente de mí y me llame de vez en cuando.

 

No, la mía fue y sigue siendo, rebelde y rompedora. Muy auténtica y fiel a sí misma. De ella admiro su entusiasmo, su generosidad, su cariño, su autenticidad... y sobre todo su coraje para vivir sus sueños. No se conforma con sobrevivir. Lo suyo es VIVIR, así, con todas las letras en mayúsculas. Ama la vida, y la vida la ama de vuelta. No hay duda.

 

A sus 48 años, con sus hijos ya fuera independizados, dejó el trabajo, vendió el piso de Pamplona, y se fue a materializar su gran sueño: vivir en un lugar en el sur con sol, donde desde la cama pudiera ver, oler, escuchar y sentir el mar.

 

Y allí está ella desde entonces. Viviendo cada día su vida soñada, feliz. Abrió un hostalito y tiene el mar de compañero de vida. Si se puede decir algo de mi madre, es que disfruta de la vida como pocas. ¡Ole Maribel! Gracias por el ejemplo.

 

El don de gentes que yo haya podido heredar, procede sin duda de mi madre. Siempre ha tenido y tiene grandes amistades. Por su casa han pasado todo tipo de personas; desde políticos de altos cargos, a bohemios nómadas que tocaban en la calle.

 

También he de agradecerle la apertura mental, la elegancia, el gusto por la belleza y la armonía, el orden, la generosidad, la justicia, la dulzura y un montón de etcéteras con los cuales no quiero aburrirte.

 

¡GRACIAS AMA POR SER TU MEJOR VERSIÓN Y CONTAGIARME DE TU EJEMPLO!

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