la fuerza de la sexualidad femenina

 

 

 

 

 

Mónica de Felipe-Larralde

Autora del libro: Cuerpo de mujer, reconectar con el útero.

Blog: estudiosobreelutero.blogspot.com.es

 

 

Para permitirnos Ser, también en lo sexual, hemos debido desencarnar antes el personaje con el que nos vestimos para sobrevivir a la educación. Aprendimos a vivir nuestra sexualidad a la vez que aprendimos a vivir nuestro cuerpo. ¿Abrazamos con amor nuestros pechos incipientes durante la pubertad? ¿Y el primer vello, sentíamos asco, admiración, ilusión, aceptación, repulsa? ¿Apreciamos nuestra menstruación como un regalo o, por el contrario, la vivíamos a escondidas, con vergüenza, que nadie se entere? Nuestro cuerpo se redondeó y con él aprendimos a medirnos, compararnos y sentirnos, quizá, inadecuadas dentro de nuestra piel. 

 

Lo mismo podemos decir de los primeros ardores de juventud. ¿Fueron recibidos con alegría y naturalidad por el entorno o se nos hizo saber que eran inaceptables? ¿Nos hicieron sentir como una puta, una guarra,  porque deseamos y sentimos placer? ¿Fue nuestra sexualidad vivida con culpa o silenciada? ¿Nos dimos cuenta de que había personas que sí tenían derecho a vivir su sexualidad (los adultos, los hombres, los niños) y otras no (las mujeres, las niñas)?

 

Mucho me temo que en nuestra cultura, para permitirnos derrumbar las máscaras que nos impiden vivir así, necesitamos reconsiderar de nuevo gran parte de nuestra educación y de la carga de represión que con ella vivimos. Nos han educado en una normalización de la sexualidad que sugiere que hay una norma limitada y correcta de ser y que todos los demás deseos o sensaciones que se salen de esto es algo erróneo o anormal. 

 

Hablar de sexualidad es hablar de relación. Sobre todo de la relación que mantengo conmigo misma. Es hablar de deseo y placer, de presencia, de conciencia, de energía, de Amor (en genérico)… hablar de sexualidad es hablar de  Vida.

 

Nos han educado en la represión sexual, en la negación del placer como parte innegable de la existencia y nos hemos acostumbrado a poner un muro de ladrillos, tensiones y corazas entre el mundo que nos rodea y nosotras mismas. Es como si entre el mundo y yo misma se interpusiera un escudo infranqueable que me oculta, pero, a la vez, me impide Vivir en mayúsculas. Es difícil vivir la sexualidad estando acorazada, con tabúes, miedos, estereotipos y cadenas…

 

La propuesta de este curso es una toma de conciencia del cuerpo como elemento vertebrador e indispensable de las experiencias, no solo sexuales, sino vitales.

 

Ofrecer una perspectiva diferente sobre el sexo y la sexualidad, entendiendo la sexualidad como una manera de estar en el mundo en la que tiene cabida el sexo, la maternidad (embarazo, parto y lactancia), el ciclo menstrual o, incuso, la creatividad.

 

Abrir nuestros sentidos para permitirnos ir liberando las corazas, los miedos y las resistencias que, tanto en las mentes como en el cuerpo, no nos dejan ser quienes somos.

 

 

Charla gratuita en el Katakrak a las 19:00 el viernes 26 de enero.

 

Taller vivencial en Indargi el sábado 27 de enero: 10:00 - 14:00 y de 16:00 a 19:00

Aportación taller: 80€ (necesario reservar plaza a través de Amaia Ariztegi)